Conservatoire National des Arts et Métiers
L'Avion III d'Ader L'Avion III était un avion à vapeur primitif construit par Clément Ader entre 1892 et 1897, financé par le ministère français de la Guerre. configuration de base en forme de chauve-souris que l'Éole, l'Avion III était équipé de deux moteurs entraînant deux hélices. Alors que l'avion précédent n'avait aucun moyen de contrôle directionnel, celui-ci était équipé d'un petit gouvernail. Les essais de l'appareil commencent à la base militaire de Satory, près de Ve
Conservatoire National des Arts et Métiers
L'Avion III d'Ader L'Avion III était un avion à vapeur primitif construit par Clément Ader entre 1892 et 1897, financé par le ministère français de la Guerre. configuration de base en forme de chauve-souris que l'Éole, l'Avion III était équipé de deux moteurs entraînant deux hélices. Alors que l'avion précédent n'avait aucun moyen de contrôle directionnel, celui-ci était équipé d'un petit gouvernail. Les essais de l'appareil commencent à la base militaire de Satory, près de Ve
El Conservatoire national des arts et métiers (CNAM), también conocido como CNAM-Musée, es un auténtico templo de inventos y curiosidades. Con su vasta colección de objetos, transporta a los visitantes a un mundo en el que la ciencia y la industria se encuentran de forma tan sorprendente como divertida. Desde el péndulo de Foucault oscilando con elegancia hasta el modelo original de la Estatua de la Libertad y los primeros y audaces aviones, cada rincón de este museo rebosa de historias increíbles. Se encontrará cara a cara con máquinas asombrosas, calculadoras mecánicas revolucionarias e inventos que han dado forma a nuestra historia tecnológica. Una visita al CNAM es una invitación a sumergirse en el pasado mientras se abraza el futuro, todo ello en un marco tan solemne como inspirador, ya que se trata de la antigua iglesia del priorato de St-Martin-des-Champs. El CNAM-Musée es mucho más que un museo: es un auténtico laboratorio de maravillas y descubrimientos.
Le Carreau du Temple
El Carreau du Temple, auténtico superviviente de tiempos pasados, es un lugar que se reinventa constantemente para responder a las necesidades modernas. Testimonio de la historia y el dinamismo del distrito 3, se ha convertido en un espacio polivalente donde la cultura, el deporte y los eventos se unen en una alegre cacofonía. Antiguo mercado cubierto del siglo XIX, se salvó de las garras de la demolición gracias a la tenacidad de los vecinos. Hoy es un auténtico camaleón urbano que ofrece actividades para todos los gustos y pasiones. Tanto si es un amante del arte, un adicto a la adrenalina deportiva o simplemente busca un lugar animado donde pasar un buen rato, este lugar está aquí para recibirle con los brazos abiertos y un sinfín de posibilidades. Es un verdadero espacio de libertad donde los nuevos usos urbanos se encuentran y se mezclan, creando una atmósfera única y estimulante. Venga a descubrir este lugar de visita obligada, donde la historia se une a la audacia y donde no hay lugar para el aburrimiento.
El plano del antiguo quartier du Temple
La misteriosa maison du Temple, antaño hogar de los Caballeros Templarios, era un lugar de poder, riqueza y secretos bien guardados. Estos caballeros, temidos y admirados a la vez, despertaron tanta fascinación que acabaron disolviéndose en un concilio que no fue precisamente un asunto delicado. Pero la historia no acaba ahí. Tras su marcha, el lugar fue confiado a la Orden de San Juan de Jerusalén, con el fin de mantener intacto el ambiente místico. Sin embargo, durante la Revolución Francesa, la casa del Temple fue confiscada y convertida en prisión. ¿Y adivina quién pasó allí una breve temporada? Nada menos que Luis XVI y el delfín Luis XVII. Se podría decir que los muros escucharon algunas confesiones reales. Tras su uso como cárcel, la residencia vivió aventuras más tranquilas como convento, luego cuartel, antes de desaparecer por completo en 1808.
Le Square du Temple - Elie-Wiesel
Le square du Temple - Elie Wiesel, rebautizada en honor de este ilustre escritor, es un remanso de verdor donde se encuentran la naturaleza y la memoria. Con sus 7.700 metros cuadrados de tranquilidad, es un lugar ideal para escapar del ajetreo de la vida parisina. Se dice que hasta las palomas susurran aquí historias de esperanza y resistencia. Pasee entre los árboles centenarios y las coloridas flores, y déjese inspirar por el espíritu de paz y tolerancia que impregna este lugar cargado de historia. Y quién sabe, quizá se cruce con el alma benévola de Elie Wiesel, que vigila este pequeño rincón del paraíso con su sonrisa traviesa.
Musée de la Chasse et de la Nature
En el corazón del histórico barrio del Marais, el Museo de la Caza y la Naturaleza le invita a disfrutar de una experiencia tan original como exótica. Ubicado en los suntuosos palacetes de Guénégaud y Mongelas, le sumergirá en un mundo donde caza y naturaleza se dan la mano de forma asombrosa. Pinturas de grandes maestros, armas de caza de ensueño y animales naturalizados casi a punto de saltar, le transportarán a un mundo en el que arte y naturaleza se dan la mano con un toque de locura. Le sorprenderán los numerosos objetos de arte repartidos por las galerías, testimonio de la pasión de los coleccionistas por este mundo extraño y fascinante. Es la ocasión de descubrir otra faceta del reino animal, donde la belleza se une al instinto salvaje, todo ello en un marco tan elegante como insólito...